martes, 16 de agosto de 2011

CASO COLOMBIA.


El año pasado, 13.700 menores de edad, entre niños y adolescentes, fueron víctimas de algún acto de agresión física o sicológica. Y aunque fueron 300 casos menos que en el 2009, en Colombia, la situación de abuso infantil es de emergencia.


Así lo demuestran estudios realizados por diferentes organizaciones que indican que los niveles de violencia contra menores en el país son aún muy superiores al de otras naciones del continente.


"Mientras en países como Estados Unidos la tasa varía entre el 1 y el 2 por ciento, aquí es del 36", señaló con preocupación la siquiatra Isabel Cuadros, directora de la Asociación Afecto, entidad defensora de los pequeños.


Para la especialista, son cuatro las situaciones que contribuyen a que se cometan los casos de abuso y maltrato en contra de los menores: cuando se presentan crisis al interior del núcleo familiar, debido al desplazamiento forzoso y la falta de acceso a la oferta institucional.


Así mismo, la repetición de un modelo violento de conducta que se transmite de generación en generación también es un factor determinante para que se de esta problemática.


De ahí que surjan cifras alarmantes como las reveladas por el Instituto de Bienestar Familiar, Icbf, que sugieren que de las 35.204 denuncias de maltrato infantil reportadas en 2010, en el país, 7.637 corresponden a casos de abuso sexual.


"Los niños no son realmente valorados y algunos adultos siguen creyendo que llegan al mundo por accidente, eso empeora la situación", afirmó Cuartas.


Consideró, además, que es fundamental brindar una atención más especializada y humana a las víctimas, que en el 80 por ciento de los casos son agredidas por familiares o personas allegadas. Una estadística compartida en la mayor parte del mundo.


Situación en Antioquia
El Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, Sivigila, informó que de los 2.382 casos de violencia física que fueron reportados en Antioquia durante 2010, 667 correspondían a abuso sexual y 605 a violencia sicológica.


El personero de Medellín, Jairo Herrán Vargas, calificó las cifras como preocupantes.


"Estos números reflejan solo un 10 por ciento de los casos que se presentan en la ciudad, ya que en más del 80 por ciento las personas se abstienen de denunciar", subrayó el funcionario.


La problemática, sostuvo Herrán Vargas, se ve acrecentada en la ciudad debido a la dependencia económica, especialmente, de las familias más pobres, al desplazamiento forzado intraurbano y a la violencia intrafamiliar.


Y es que solo entre el primero de enero y el 30 de junio de este año, han sido interpuestas en las comisarías de Familia de Medellín, 2.753 denuncias por violencia intrafamiliar.


Mientras este flagelo continua, entidades locales como la Fundación de Atención a la Niñez (FAN), siguen trabajando para brindar una atención integral a los pequeños que han sido abusados o maltratados.


"Brindamos acompañamiento al niño, a la familia y, si es del caso, hacemos la denuncia y ofrecemos terapia", precisó Luz Amalia Botero, directora de FAN.


Más de 7.000 niños hacen parte de esta institución que busca visibilizar las violencias en la primera infancia para evitar que se sigan presentando.

1. En Colombia, según los estudios, cada 14 minutos es abusado un niño. Solamente entre el 5 y el 10 por ciento de estos casos son denunciados.


2. El 80 por ciento de las situaciones de abuso son cometidas por familiares o conocidos del menor. La mayoría se presentan en los estratos 1 y 2.


3. En 2009 en Antioquia la cifra de embarazos en menores de edad fue de 1.200 mientras en otras ciudades como Bogotá fue cercano a los 450.

CREER QUE PASO

A menudo es difícil para los sobrevivientes mantener la creencia de que ellos fueron abusados. Un día puedes tener la certeza de que fuiste abusado(a) y al siguiente te puedes encontrar dudando de si realmente sucedió o cuestionándote si tu experiencia cuenta como abuso. Este proceso de duda y reafirmación, duda y reafirmación, es una parte natural del proceso de sanar. Si tienes dudas, no significa que no fuiste abusada(o). Sólo significa que no estás listo(a) para vivir con el conocimiento consistente de que fuiste abusada(o). A veces este proceso puede tomar años. Esto parece paradójico, pero hay muchas razones por las que los sobrevivientes luchan por creer que el abuso realmente ocurrió.
Para empezar, podrías desesperadamente querer que el abuso desaparezca. No quieres que haya sucedido. No quieres creer que la gente que supuestamente te debía cuidar te haya dañado tanto. No quieres lidiar con las repercusiones que tiene en la adultez. O tal vez es sólo que no estás lista(o).
Si no tienes muchos recuerdos, podrías tomar eso como prueba de que el abuso no sucedió realmente. Si tienes recuerdos, podrías estar convencida(o) que no son de la “clase correcta”. (Lee los ejercicios anteriores sobre recordar).
Como muchos sobrevivientes, podrías tener dificultades en confiar en tus propios sentimientos y percepciones. Cuando los niños o niñas son abusados, su sentido de realidad es manipulado. La imagen que tu abusador te presentó del mundo podría haber estado totalmente en desacuerdo con tu experiencia. ¿Cómo podría tu maravilloso padre, devoto médico, haberte torturado con enemas en la noche? ¿Cómo podría tu madre, una respetable líder social, haberte forzado a masturbarla?
Tu abusador pudo haberte lavado el cerebro o decirte directamente que eras un(a) mentiroso(a): “Tienes una imaginación muy activa. Estás loca. Nunca nadie te creería nada de lo que digas”. O podrías haber experimentado tal tortura y atrocidades que son difíciles de creer. Eso no significa que no sucedieron. Sólo significa que tenemos que dejar de ser ingenuos. Tenemos que ampliar nuestra percepción del mal.
No todos los sobrevivientes dudan de su abuso. Algunas veces la evidencia y los recuerdos son tan claros, que no hay espacio para la duda. (Llevaste a tu agresor a la corte. Tienes hermanos(as) que también recuerdan. Nunca olvidaste nada de lo que te sucedió. El abuso nunca fue negado en tu familia).
Si tú crees que sucedió, el siguiente paso para ti podría ser creer que sí importó –que el abuso tuvo un impacto en tu vida y que mereces hacer algo al respecto. Si tú crees que el abuso realmente no te afectó, trata de trabajar a través de los ejercicios abiertos en este capítulo, sustituyendo las palabras, “Si yo creyera que tuvo alguna importancia”, en lugar de “si yo creyera que sucedió”. Si, por el contrario, consistentemente crees que fuiste abusado(a) y sabes que sí te afectó, tal vez quieras saltar los ejercicios de este capítulo.
Yo creo que fui abusada(o) el ___ % del tiempo. El resto del tiempo, yo…
No tengo dudas acerca de mi abuso porque…
___ Creo ___ NO creo que el abuso realmente me haya afectado porque…

NO QUIERO CREERLO
Si estás teniendo problemas para creer que el abuso realmente sucedió, probablemente tienes buenas razones. En el capítulo anterior analizaste tus razones para no recordar. Esta vez, tomate unos minutos para examinar las razones por las que no quieres creer que el abuso ocurrió. (Está bien si algunas de las razones coinciden).
No quiero creerlo porque mi padre realmente me amaba.
No quiero creerlo porque querría matar a mi tío.
No quiero creerlo porque es demasiado horrible. Los adultos no torturan niños.
No quiero creerlo porque…
No quiero creerlo porque…
No quiero creerlo porque…
No quiero creerlo porque…
Podrías no querer creer en el abuso porque piensas que inevitablemente te llevaría a tomar ciertas acciones y conclusiones. Posiblemente tendrías que modificar tus relaciones con el agresor, hacer un compromiso más profundo para sanar, o renunciar a tus fantasías acerca de una infancia amorosa.
Si yo creyera que sí sucedió, yo tendría que…
Si yo creyera que sí sucedió, yo tendría que…
Si yo creyera que sí sucedió, yo tendría que…
Si yo creyera que sí sucedió, yo tendría que…
Temas para reflexionar:
  • ¿Qué evitó que yo creyera que el abuso realmente ocurrió?
  • ¿De qué, si lo hay, me estoy protegiendo? ¿Todavía necesito esa protección?
  • ¿A qué tendría que renunciar si creyera que realmente sucedió?

INVESTIGA TU NIÑEZ
Un poco de trabajo detectivesco algunas veces ayuda a confirmar que el abuso realmente ocurrió. Finalmente la única “prueba” que necesitas son tus propios recuerdos y percepciones, pero a lo largo del camino puede resultar fructífero y alentador investigar en las fuentes de información de la infancia que todavía estén disponibles para ti. Los sobrevivientes han hablado con familiares, amigos de la familia, vecinos y conocidos y han obtenido información y validación valiosas. Los hermanos han sido capaces de corroborar las historias y fragmentos de memorias. Tías y tíos han revelado secretos de familia que han sido encubiertos por años. Vecinos han reportado cosas que han visto y escuchado. Rastrear en la escuela y los registros médicos o psiquiátricos han, en algunos casos, proporcionado evidencia tangible.
Podrías no tener acceso a ninguna información de este tipo. Podrías haber roto lazos con todos en tu pasado y no tener interés en reavivarlos. Podrías haber crecido en otro país o en un lugar que no quieres volver a ver jamás. Todos en tu niñez podrían estar muertos. Podrías sentirte muy temerosa(o) o avergonzada(o) como para abordar el tema. Podrías intentar contactar gente de tu pasado, sólo para encontrar con que nadie tiene voluntad de cooperar. O el abuso podría haber sido encubierto tan efectivamente que nadie vio o escuchó nada. En estas instancias, tú tendrás que confiar en tus propias percepciones y experiencias para establecer las bases de tus creencias.
Sí has, o no, elegido hacer esta clase de investigación depende de ti. Podrías no querer invertir la energía. Podrías pensar que no vale la pena hacerlo. Te sientes segura(o) sin hacer esto. O puedes sentir que es esencial porque actualmente hay algún niño o niña en peligro de ser abusado(a).
Yo __ estoy ___ no estoy interesada(o) en investigar mi niñez porque…
Esta clase de recopilación de información puede ser particularmente efectiva si lo estás haciendo en conjunto con otros sobrevivientes. Si estás en un grupo de apoyo, por ejemplo, y varios de ustedes están de acuerdo en hacer esta clase de investigación, pueden comparar notas y alentarse unos a otros.
Si decides volver a tu pasado e investigar, hazlo cuidadosamente. Protégete a ti misma(o). Hablar con los miembros de la familia u otras personas de tu pasado puede ser explosivo. Cuando les hables acerca del abuso, no serás capaz de controlar sus reacciones. Si estás considerando acercarte a personas de tu pasado, trabaja en los ejercicios de “Rompiendo el silencio” y “Confrontaciones” primero, de modo que tengas una idea más clara de lo que puedes esperar.
Luego pregúntate que pasos puedes dar. ¿Con quién puedes hablar? ¿Hay alguien que podría darte información imparcial acerca de quién eras en tu infancia? ¿Acerca de tu agresor? ¿Hay algunos registros que podrías rastrear? ¿Hay alguien en la familia que podría ofrecer información, sea directa o indirectamente?
Las siguientes preguntas pueden ayudarte a establecer un plan para la recopilación de información:
¿Qué espero encontrar?
¿A quién tendría que contactar?
¿Cuál es mi meta al contactar a esta persona?
¿Cómo haré el contacto?
¿Qué tanta información quiero revelar sobre mí y mi propósito verdadero?
Una vez que establezca el contacto, ¿cuáles son las preguntas que quiero hacer?
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Una vez que has desarrollado tu plan, mantén un archivo para documentar tu progreso. Toma notas sobre las llamadas de teléfono o sobre otros contactos. Mantén un registro de con quién has hablado y por qué. Guarda copias de cualquier correspondencia. Escribe las cosas que aprendes. Anota las cosas que tienes que darles seguimiento.
Temas para reflexionar:
  • ¿Qué haré si encuentro la información que estoy buscando? ¿Qué si no encuentro nada?
  • ¿Estoy lista(o) para validar mis percepciones? ¿Por qué sí o por qué no?
  • ¿Qué puedo ganar o perder en este proceso?
REFLEXIONES
Frecuentemente es difícil mantener la creencia de que fuiste sexualmente abusado(a) cuando estabas creciendo. Es perfectamente normal vacilar en tu convicción durante las etapas tempranas del proceso de sanar. Con el tiempo, el conocimiento de que fuiste abusado(a) se solidificará y se hará firme.
Mientras tanto, hay algunas pocas cosas que puedes hacer para reafirmarte a través del proceso. Puedes validar y aceptar tus razones para no recordar, investigar las cosas que sucedieron en tu infancia, y tomar otra mirada en la forma cómo el abuso a moldeado tu vida.
Ultimadamente no hay nada que puedas hacer para forzarte a creer que fuiste abusado. Si todavía estás vacilando en tu creencia, trata de ser paciente y gentil contigo mismo(a). Date tiempo.
Aquí hay algunas preguntas que te ayudarán a evaluar tus sentimientos presentes, metas y necesidades en torno al tema de creer que sucedió.
  • ¿Qué sentimientos tuve mientras trabajaba en este capítulo?
  • ¿Qué estoy sintiendo ahora mismo? ¿Qué sensaciones estoy experimentando en mi cuerpo?
  • ¿De qué edad me sentí mientras trabajaba este capítulo? ¿De qué edad me siento ahora?
  • ¿Qué me resultó difícil en este capítulo? ¿Qué fue confuso? ¿Qué no comprendí?
  • ¿Qué aprendí? ¿Qué compromisos he hecho? ¿Qué pasos he tomado?
  • ¿Qué he hecho de lo que me sienta orgullosa(o)?
  • ¿Qué queda pendiente todavía para mí? ¿Qué, si lo hay, quiero volver a revisar o darle seguimiento?
  • ¿Qué necesito hacer para cuidar de mí misma(o) ahora?

Tomado de EL CORAJE DE SANAR, libro de ejercicios por Laura Davis.

ATRAPADA

Como si de una marioneta se tratase fue programada para no contar,no expresar,simplemente no sentir...
En el silencio se encontraban sus gritos,sus lloros y lamentos pero nadie oía ni sabía o miraban a otro lado.
El vacío cubrió su vida y así se encerró para el olvido,
cuando quiso salir no supo como hacerlo y simplemente huyó...
Algo que parece tan fácil como llorar,era para ella imposible,no sabía gritar ni cómo sacar su dolor fuera.
Todo aterraba,el camino pesaba y era duro cada paso,las cosas más sencillas daban miedo y no las hacía,evitaba todo y ni a vivir se atrevía...
Sus silencios se cubrían con el mismo pensamiento,allí cuando sus gritos fueron silenciados y el frío la cubrió.
Parte de ella se quedó perdida en esos instantes,el resto prosiguió sin mirar atrás,tomó su carga como cobijo
y al desprenderse de ella quedó perdida...
No sabe como orientarse,no sabe expresar lo que siente,no confia para sacar su dolor y el miedo le impide
continuar ante las cosas sencillas que le suponen laberintos dónde permanece atrapada...
Esa es la palabra que la refleja " Atrapada", lucha consigo misma por salir y atreverse a vivir, a sentir o simplemente no hacer nada, dejarse llevar por el ritmo de los días sin miedos ni hastíos...
No sabe ser feliz sino a su manera y no entiende que hay cosas que se pierde por no atreverse. Está cómoda y segura así porque no confía en lo que encontrará y nadie la comprende, creen que le gusta estar así, confunden pavor con comodidad.
Mar de dudas la abordan y en su desespero se rinde y corre a refugiarse que es lo que mejor sabe...
Si el mundo supiera el daño que hace el olvido y la crueldad contra un ser indefenso e inocente, si sólo un instante sintieran su dolor se helarían muchas indiferencias.
Los golpes,la crueldad,el robo de un inocente destroza una vida que no es fácil enmendar ni reconstruir. La impotencia se hace presente en cada uno de sus suspiros y no encuentra compresión
que ilumine el sendero para calmar, no transmite su pesar por pensar que no entienden, solo cree que se le acusa de querer estar ahi como si de una forma de castigo se tratase y sólo es su refugio para soportar,quizás por ello se llame sobreviviente por continuar latente a su manera, no sentir para no sufrir...
Cuando dejan un alma atrapada en el olvido y su soledad, cuesta entender y comprender que cuando sólo se ha conocido dolor y temor no hay cabida para probar la alegría o el goce, quizás por no saber recibirlo o encontrarlo,quizás por no sentir merecerlo o simplemente negarselo.
Cuando se está atrapado sólo queda tratar de expresarlo, sólo ella sabe lo que siente,tomará como aliciente de su lucha su afán por proseguir porque sobrevivir duele y es el presente.


 
Texenery .

MAS DE CIEN MIL VISITAS EN CUATRO AÑOS.


MUCHAS GRACIAS
Gracias al apoyo de todos ustedes, con sus contribuciones y lecturas hemos llegado a más de cien mil visitas en cuatro años.
Muchas gracias, esperamos poder llegar a miles más.

Solo con la difusión, educación y prevención podremos combatir el abuso sexual infantil.

Tenemos muchos planes, queremos lanzar una campaña de prevención “NO MAS GRITOS SIN VOZ”.
Para lo cual los invitamos para juntos elaborar el cartel, logo y video.

Queremos también crear una página llamada RED HISPANOAMERICANA CONTRA EL ABUSO SEXUAL INFANTIL.


MIGUEL ADAME VÁZQUEZ.